La arveja en Argentina se afianza año a año como cultivo de invierno. Es un antecesor propicio para la soja y el maíz de segunda. Según el SISA (sistema de información simplificado agrícola) esto es así, por su corto ciclo de crecimiento. Se siembra en julio hasta mediados de agosto y se cosecha a fines de octubre o principios de noviembre. Además, comparado con el cultivo de trigo, consume 100 mm menos de agua. Esto hace que el cultivo posterior pueda aprovechar esta ventaja y traducirlo en rendimiento.
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La arveja (pisum sativum) es un cultivo estratégico en la agricultura argentina, conocido por su versatilidad y valor nutricional. Este cultivo no solo aporta proteínas vegetales de alta calidad, sino que también contribuye a la mejora del suelo gracias a su capacidad de fijar nitrógeno, un elemento esencial para los cultivos posteriores. En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la siembra de arveja en Argentina, desde las condiciones óptimas para su crecimiento hasta el manejo adecuado para obtener el máximo rendimiento.
Beneficios de la Siembra de Arveja
La arveja es una excelente opción de cultivo por varias razones:
• Fijación de Nitrógeno: La arveja tiene la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, gracias a su relación simbiótica con las bacterias Rhizobium. Esto significa que, además de mejorar el rendimiento de la arveja misma, este cultivo enriquece el suelo para los cultivos futuros, reduciendo la necesidad de fertilizantes nitrogenados.
• Versatilidad Agronómica: Es un cultivo adaptable a distintas zonas y climas, lo cual la convierte en una opción ideal para diversificar las rotaciones en diferentes regiones agrícolas de Argentina.
• Demanda de Mercado: La arveja es una legumbre muy valorada tanto en el mercado interno como externo, debido a su contenido nutricional, su uso en la alimentación humana y animal, y su creciente popularidad en la industria alimentaria.
Zonas de Producción en Argentina
En Argentina, las principales zonas de producción de arveja incluyen:
Región Pampeana: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos son las provincias que más producen arveja. La región pampeana tiene condiciones climáticas y de suelo ideales para este cultivo.
Región Patagónica y Cuyo: Algunas zonas de estas regiones también están empezando a experimentar con la siembra de arveja, aunque en menor escala.
La elección de la zona de cultivo es crucial, ya que factores como la temperatura, la humedad y la calidad del suelo afectan directamente el rendimiento.
Conclusión
La siembra de arveja en Argentina representa una oportunidad económica y agronómica significativa para los agricultores. Con una planificación adecuada y el manejo correcto del cultivo, es posible obtener altos rendimientos y, al mismo tiempo, mejorar la calidad del suelo para futuras siembras. La arveja no solo es una fuente importante de nutrientes, sino que también fortalece el sistema agrícola, haciendo de su cultivo una opción sostenible para el sector agropecuario argentino.
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